El Pais.com
Una fiesta que corta el tráfico en la calle de Bravo Murillo es una gran fiesta. El Día de la Dominicanidad reunió a una buena parte de los más de 33.000 dominicanos que viven en la Comunidad. Todo empezó con el himno español y el dominicano, y a partir de ahí el pasacalles se llenó de color con los vistosos diablos del carnaval y sus diferentes trajes en función de la región, las jóvenes majorettes lanzando sus bastones al aire al ritmo de los tambores y las innumerables banderas a franjas azules, blancas y rojas. La fiesta, que había comenzado en la glorieta de Cuatro Caminos terminó en la plaza de la Remonta (Tetuán) con un concierto.
Allí, el embajador de la República Dominicana en Madrid, César Medina, ha cerrado el acto, acompañado del cónsul general del país caribeño, Marcos Cross.
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