¿Alguna vez sacaste un chivo en un examen? Para muchos es de entender que la pregunta se refiere a que si sacó un papel con las respuestas de una prueba; sin embargo, una persona que no esté familiarizada con el término podría responder: ¿Y para qué voy a llevar un animal a la escuela? El dominicano es especial cuando nos referimos al uso de expresiones, así hay un habla de calle, pero también hay formas en que se dicen cosas utilizando para ello los nombres de animales.
Son muchas las expresiones que se utilizan poniendo como verbo o adjetivo a un animal, como; “Ese es un león (habilidoso)”, “Un gato (ladrón)”, “Una gallina (cobarde), “¡Qué puerco (poco higiénico)!”, pero ninguna con la gran utilidad que tiene el chivo.
Llama la atención cómo un simple animal que vive comiendo y berreando ¡meeee! entra a formar parte a veces de conversaciones tan serias.
Así por ejemplo, si una persona es de las que se dedican a denunciar lo que otros hacen, es un “chivato”, cuando el vehículo en que anda cae en una zanja y no sale; sabe ya que “se enchivó”.
A una joven que le gusten todos los del barrio es una “chivirica”, o si alguien no quiere hablar de un tema o aparenta ignorar algo “se está haciendo el chivo loco”.
Así “gritar más que un chivo” es quejarse mucho, “andar como chivo sin ley” es hacer lo que quiera y cuando se hacen los aprestos para conseguir algo, principalmente en la política, se dice que alguien “amarró su chiva”.
Se recuerda también que cuando una persona se deja una barba en la barbilla tiene una “chiva”, al pintar una casa y dejar pequeños espacios sin pintar “dejó chivos”, etc.
Estas formas, aparte de reflejar un capítulo en el habla del dominicano y su importancia en la lengua y la cultura, reflejan cómo cada ser humano es especial a la hora de analizar su forma de expresarse.
Lo importante también es que deja entrever como el dominicano tiene el chivo tan presente a la hora de hablar.
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