martes, 12 de febrero de 2013

Algo de Dermatologia: La Acantosis Nigricans

Ruby tiene 17 años. A los 9, comenzó a rascarse de forma obsesiva en el cuello y los brazos hasta casi dejárselos en carne viva porque creía que tenía la piel sucia o manchada. Lo que le ocurría en realidad es que padecía acantosis nigricans, una afección en la que la piel se engruesa y oscurece en algunas partes del cuerpo.

¿Qué es la acantosis nigricans?


Sí, el nombre es bastante difícil de recordar pero, si la padeces, es probable que te preocupe más su aspecto. Observarás que la piel se te ha vuelto más gruesa y oscura, sobre todo alrededor de las articulaciones y en las zonas con muchos pliegues y arrugas como los nudillos, las axilas, los codos, las rodillas y el cuello,  las palmas de las manos, la cara interna de los muslos, las ingles, los labios u otras partes del cuerpo.

Esta afección es más frecuente en personas de ascendencia africana, caribeña e hispana, pero cualquiera puede padecerla.


¿Qué causa la acantosis nigricans?

Las personas con sobrepeso u obesidad tienen más probabilidades de desarrollar acantosis nigricans, que a menudo mejora o desaparece si adelgazan. Algunas personas la heredan. Determinados medicamentos, como la píldora anticonceptiva y otros tratamientos hormonales, también pueden provocar esta afección cutánea.

A veces, afecta a personas que padecen diabetes tipo 2 o que tienen un riesgo incrementado de desarrollar este tipo de diabetes, en estos casos, la acantosis nigricans no es peligrosa en sí misma. No obstante, puede ser un signo de diabetes u otros problemas de salud que los médicos deberían descartar.

Según la Asociación estadounidense para la diabetes (ADA, por sus siglas en inglés), casi el 75 % de los niños con diabetes tipo 2 desarrollan acantosis nigricans. Para muchos, controlar la diabetes y el peso (si tienen sobrepeso) contribuye en gran medida a reducir la visibilidad de la acantosis nigricans.

Qué hacer


En primer lugar, no te asustes. La acantosis nigricans no es perjudicial ni contagiosa, pero es conveniente que vayas al médico para asegurarte de que no está provocada por otra afección que sí requiere atención. En algunos casos, la acantosis nigricans puede ser un signo de que eres propenso a desarrollar diabetes. Siempre que adviertas un cambio en el color, grosor o textura de la piel, es aconsejable que visites a un médico.

Tratamiento de la acantosis nigricans


Si el médico determina que tu acantosis nigricans no está relacionada con una enfermedad más grave, no hace falta que te la trates. Pero tal vez prefieras hacerlo si tu médico cree que hay una forma de mejorar el aspecto de tu piel. A veces, la acantosis nigricans desaparece por sí sola.

De forma sintomática se usan emolientes y queratolíticos (urea, alfahidroxiacídos, ácido salicílico, etc). En otros  casos la clave terapéutica está en reducir peso. De todos modos consulte a su Dermatologo de Cabecera.

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